Demasiado Villa para un Betis que estuvo horrible

Carlos Cariño | 23/04/2009

El duelo de goleadores en racha, Villa-Emaná, tiritaba. El partido era tedioso y aburrido. Como sería de pesado el espectáculo que la primera gran ovación de la noche se la llevó Joaquín cuando, a los 56 minutos, sustituyó a Pablo Hernández. Es evidente que el beticismo le adora.

Pero si un equipo está en racha y encima tiene genios, no hay más que hablar... La primera gran aparición del tridente mágico fue maravillosa. Minuto 65. Jugadón de Silva, asistencia de Mata y Mara-Villa (¡cómo no!), de tacón al estilo Madjer en la Copa de Europa de 1987 (que ganó con el Oporto al Bayern de Múnich) clavó el cuero en la red. Su gol número 24.

Y el 25, el que iguala su mejor registro (temporada 2005-2006), no tardó en llegar. Precioso e inteligente envío interior de Joaquín que pilla de marrón a la zaga bética. Edú mete un pase de la muerte que convierte en 0-2... ¿adivinan quién? ¡¡¡Villa!!!.

El Betis, que hasta entonces había jugado pensando que ya tenía la permanencia asegurada (otra perniciosa herencia del peor chaparrismo made in Resistiré) despertó bajo los golpes de corazón de Capi y un fenomenal servicio de Juanma que Oliveira convirtió en el 1-2. El Betis pudo empatar. Pero el tiro de Capi se estrelló en un defensa. Quinto triunfo seguido de un Valencia que huele a Champions y el Betis, a lo suyo: ¡sufrir, sufrir y sufrir! Éste es su sino.